Ilustración de Bob de Moor |
a) El Humanismo
Fue un movimiento intelectual de los siglos XV y XVI, que posee estas características:
- Admiración de la Antigüedad griega y romana. Se profundizaba en su conocimiento, y se imitaban sus libros, sus construcciones, sus esculturas, hasta sus propios nombres.
- Antropocentrismo: se valoraba al hombre en sí mismo, como puente entre el mundo y el cielo. Su razón, reflejo de la razón divina, era lo más valioso, y por ello debía actuar libremente.
- Se defendía la búsqueda del éxito individual, tanto en lo político (el poder), en lo humano (fama, prestigio) o en lo económico (enriquecimiento).
- Idealismo: se pintaba la realidad como debería ser, no como es. La consecuencia directa fue el elitismo: tendencia a separarse de la masa.
Tres de los humanistas más destacados son:
- Erasmo de Rotterdam: natural de los Países Bajos. Escribió Elogio de la locura.
- Tomás Moro: canciller del rey de Inglaterra, fue decapitado por éste. Escribió Utopía, en la que describe una sociedad perfecta.
- Juan Luis Vives: español descendiente de judíos, vivió en los Países Bajos y en Inglaterra.
b) Las reformas religiosas: el protestantismo
A principios del siglo XVI proliferaban las críticas a numerosos aspectos de la Iglesia Católica: enriquecimiento, corrupción, incultura de los clérigos... Aunque se llevaron a cabo numerosas reformas parciales por toda Europa (en Castilla por el cardenal Cisneros), no resultaron suficientes, y provocaron la división de la Iglesia.
El monje alemán Martín Lutero se separó de Roma en 1519, dando lugar al protestantismo. La idea central que propuso es la salvación por la fe, y no por las buenas obras. Algunos de sus seguidores extremarán este principio y defenderán la predestinación.
El protestantismo se fraccionó en numerosas iglesias; las más destacadas son:
- Luteranismo: seguidores de los principios de Martín Lutero, predominaban en parte de Alemania y en los países escandinavos.
- Calvinismo: seguidores del francés Juan Calvino, predominaban en Suiza y Escocia, y estaban presentes en Francia (donde recibieron el nombre de hugonotes).
- Anglicanismo: Inglaterra se separó del catolicismo por la negativa del papa a conceder el divorcio a su rey, Enrique VIII (casado con Catalina, hija de los Reyes Católicos).
c) Las reformas religiosas: el catolicismo
Tras la separación del protestantismo, la Iglesia Católica inició una reforma general (a veces llamada contrarreforma), dirigida desde Roma por sucesivos papas. Se usaron estos medios:
- Concilio de Trento: reunión de obispos y teólogos de toda Europa, en la que se precisaron las creencias católicas (por ejemplo, el libre albedrío, en oposición a la predestinación de algunos sectores protestantes).
- La Compañía de Jesús (jesuitas), nueva orden religiosa fundada por el español Ignacio de Loyola, que tuvo gran desarrollo.
- El uso de la cultura popular, del arte y de la música, de las fiestas, procesiones y ceremonias, como medio de atraer a las masas.
El resultado fue que el catolicismo siguió siendo mayoritario en buena parte de Europa.
d) La revolución técnica y científica de los siglos XVI y XVII
Se había iniciado en el siglo XVI, pero será en el siglo XVII cuando tome gran importancia. Además de los progresos en la navegación, se pueden destacar:
- La imprenta de tipos móviles, inventada por el alemán Gutenberg a mediados del siglo XV. Se multiplicaron y abarataron los libros, permitiendo una mayor difusión de la cultura. Los libros impresos en el siglo XV reciben el nombre de incunables.
- Desarrollo de la geografía, de la biología y del estudio de las lenguas y culturas extraeuropeas, como consecuencia de los descubrimientos.
- Progresó la medicina. Por ejemplo, el aragonés Miguel Servet se refirió a la circulación de la sangre.
- En astronomía, el paso del geocentrismo (que considera a la Tierra en el centro del universo) al heliocentrismo (el sol en el centro del universo) fue obra del polaco Copérnico y del italiano Galileo (inventor del telescopio).
- En física, el inglés Newton propuso la ley de la gravitación universal.
El resultado de todos estos cambios fue la ciencia moderna, que pasó a estudiar los fenómenos del mundo natural mediante las matemáticas (para determinar las leyes que agrupan estos fenómenos), y mediante la experimentación.
2. La hegemonía española en el siglo XVI
a) Juana la Loca y Felipe el Hermoso
Cuando muere Isabel de Castilla en 1504, la Corona de Castilla (con Granada y América) pasó a la hija mayor Juana, casada con Felipe de Austria, mientras que el rey Fernando se retiró a sus estados de Aragón. Sin embargo, con la muerte de Felipe en 1506 y la incapacidad de Juana, el rey Católico recuperó el gobierno de Castilla hasta su muerte en 1516, mientras su nieto Carlos se criaba en Flandes.
b) El imperio de Carlos I (1516-1556)
Carlos de Austria era el heredero de cuatro grandes Casas europeas:
- Castilla (con las Canarias y las Indias)
- Aragón (con Nápoles, Sicilia y Cerdeña)
- Borgoña (Países Bajos, Luxemburgo y Franco Condado)
- Habsburgo (Austria y el título de Emperador de Alemania).
Continuó la política matrimonial de sus abuelos: él mismo se casó con Isabel de Portugal, su hermano Fernando con la hermana del rey de Bohemia y Hungría (que herederá estos estados), y su hijo Felipe con la reina de Inglaterra. Todo ello, junto con la conquista de Milán (batalla de Pavía, 1525), le convirtió en el más poderoso monarca europeo.
Su objetivo fue la defender Europa del Imperio Turco Otomano, musulmán, que controlaba el Mediterráneo y había conquistado el sudeste de Europa, hasta el valle del Danubio. Consiguió detenerlos a las puertas de Viena, y conquistó numerosos puertos en el norte de África.
Para lograr este objetivo, quiso mantener unida Europa (y también supeditada). Pero encontró dos obstáculos:
- Francia, con su rey Francisco I, que no aceptaba la supremacía de Carlos.
- La división de Europa entre católicos y protestantes.
Finalmente, en 1556 abdicó y se retiró a España. Dividió sus estados del siguiente modo:
- Su hijo Felipe recibió los estados de Castilla (con América), Aragón, las posesiones de Italia, y Borgoña (las actuales Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y parte de Francia).
- Su hermano Fernando recibió Austria y el título de Emperador de Alemania. Por su matrimonio ya poseía Bohemia y Hungría (ésta muy reducida por las conquistas turcas).
c) La monarquía hispánica de Felipe II (1556-1598)
Con Felipe II la monarquía se hispanizó: creció el peso de España y las Indias en el conjunto. Madrid pasó a ser la capital, y residencia habitual de los reyes. Además, en 1580 heredó el reino de Portugal con su gran imperio ultramarino.
Sus objetivos fueron:
- Defensa de Europa contra los turcos. La victoria naval en la Batalla de Lepanto acabó con el dominio turco del Mediterráneo.
- Defensa del catolicismo en Europa, para lo que apoyó el Concilio de Trento, que suponía la renovación y reforma de la Iglesia Católica.
El dominio hispánico se sustentaba en los ingentes recursos que obtenía de América, pero en esta época aparecieron las primera grietas del gran imperio:
- 1566: se inició un levantamiento en los Países Bajos que se fue agravando con el tiempo, hasta producirse una definitiva partición entre el norte rebelde y el sur leal.
- 1568: los moriscos del antiguo reino de Granada se rebelaron; tras dos años serán sometidos por el hermano del rey, Don Juan de Austria.
- 1588: fracaso de la Gran Armada, expedición naval contra Inglaterra.
- 1591: se sublevó Zaragoza en apoyo de Antonio Pérez, exsecretario real enfrentado con Felipe II. Las alteraciones se saldaron con la decapitación del Justicia de Aragón.
3. Las crisis del siglo XVII
a) Reyes y validos
La administración de los estados europeos se hizo cada vez más compleja. Pero al mismo tiempo los reyes absolutos tenían que dedicar cada vez más tiempo a ceremonias y fiestas en la corte, por lo que encargaban las tareas cotidianas del gobierno a alguien de su confianza. Eran los privados o validos, que solían ser acusados de corrupción. Los más conocidos fueron:
- España: el Duque de Lerma con Felipe III, y el Conde Duque de Olivares con Felipe IV.
- Francia: Richelieu y Mazarino.
- Inglaterra: Buckingham.
b) La Guerra de los Treinta Años (1618-1648)
Fue una auténtica guerra civil europea, ya que todos los países se vieron implicados. Se inició por un problema religioso en Austria (defenestración de Praga), pero pronto intervinieron otras potencias (Suecia, Dinamarca, España, Francia...) y se convirtió en una guerra por la hegemonía europea.
Se caracterizó por su gran dureza, y afectó sobre todo a Europa central. España intervino con todos sus recursos, pero sufrió las primera derrotas importantes: batalla marina de Las Dunas (1639) y terrestre de Rocroy (1643).
Sólo en 1648, por iniciativa del papa, tuvieron lugar las conversaciones que concluyeron en la Paz de Westfalia, de gran trascendencia para la historia posterior:
- Terminó la época de los conflictos religiosos y aumentó la tolerancia en este sentido.
- Los estados alemanes se hicieron plenamente soberanos, por lo que los emperadores sólo conservaron autoridad en sus estados propios (Austria). Además, los Países Bajos (ya independientes de España) y Suiza abandonaron el Imperio.
- España perdió su papel dominante, pero siguió siendo una gran potencia. El país más poderoso pasó a ser Francia, que aumentó su territorio a costa de España.
- Estableció el principio de equilibrio, que buscaba impedir la aparición de potencias hegemónicas.
c) Los grandes países durante el siglo XVII
España: el esfuerzo en mantener el dominio político y militar agotó al país (especialmente a Castilla). Por eso, a la sublevación de los Países Bajos y a las primeras derrotas militares, se unieron en 1640 otras rebeliones:
- Portugal, que volvió a ser independiente, con su gran imperio (excepto Ceuta).
- Cataluña. Francia ocupó parte del territorio, y la guerra duró hasta 1652.
- Se produjeron conspiraciones y motines en Aragón, Andalucía, Nápoles y Sicilia.
Carlos II fue el último rey de España de la familia Habsburgo, ya que no tuvo hijos. En su testamento dejó el reino a un sobrino suyo francés, Felipe de Borbón.
Francia: Sus reyes Luis XIII y Luis XIV alcanzaron las que consideraban fronteras naturales del país (los Pirineos y el Rin), a costa de España y Austria. Con Luis XIV (el rey Sol) Francia se convirtió en la primera potencia europea, y en el mejor ejemplo de monarca absoluto. Culminó la construcción del más excepcional palacio de la época, Versalles.
Inglaterra: A mediados del siglo, una sublevación provocó una guerra civil que acabó con la ejecución del rey Carlos I. Se estableció entonces una república gobernada dictatorialmente por Cromwell. Tras su muerte se restableció la monarquía, pero en 1688 la llamada Revolución Gloriosa cambió la dinastía y el sistema político: la monarquía absolutista fue sustituida por una monarquía parlamentaria.
Batalla de Rocroy, por Augusto Ferrer-Dalmau |
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